sábado, 3 de mayo de 2008

Número 3

Artículos
1.- La Lumpenización de la Burguesía
2.- A 512 Años de la "Evangelización": ¿Cuál es la realidad del pueblo indígena?
3.- La Revolución de Octubre y el Ejemplo del Bolchevismo
4.- 31 Años del Golpe, y ¿aún en la lona?
5.- El Trabajo Humano Creador de Riquezas
6.- La Postmodernidad o el Último Suspiro de la Bestia Agobiada
Editorial
Es motivo de orgullo para nosotros el que usted pueda tener en sus manos el 3º número de Negación de la Negación. Una labor que no se podría llevar a cabo si no fuera por nuestros lectores, los que nos han apoyado tanto en lo técnico como moralmente. Y es que con todas las trabas que se tienen para generar espacios de comunicación al margen de “lo establecido” y la “Ley de prensa”, no muchos pueden decir que han logrado llevar a cabo periódicos, revistas o
pasquines de manera constante. Es más, se podría decir que la mayoría de quienes se animan a escribir desde la trinchera revolucionaria se han quedado sólo en el primer número; mientras otros menos desafortunados, sacan una revista tarde, mal y nunca.
Pero aún cuando las posibilidades de publicación jueguen en contra de los grupos revolucionarios, el editar constantemente una prensa de nuevo tipo es un hecho inexcusable, ya que esta es una cuestión en donde se demuestra que tan ideológicamente convencido se está. No olvidemos que durante la revolución bolchevique los camaradas soviéticos editaban textos en condiciones mucho más desfavorables que las nuestras ¡y hasta se daban el trabajo de traducir esos mismos textos para que pudieran ser leídos alrededor de todo el mundo!
Estamos ciertos de que llevar a cabo tareas de propaganda revolucionaria no es una cuestión fácil o de corto plazo. Quienes nos pongamos la misión de enarbolar y defender los intereses de los
trabajadores debemos enfrentarnos no sólo a los explotadores imperialistas, sino que también a las cúpulas de vendeobreros de la CUT, a esas mismas que burlándose de los trabajadores han convocado a paros que luego terminan en marchas que son más un saludo a la bandera y no
verdaderas jornadas de protesta.
Tenemos también que luchar por desmitificar todo lo que el revisionismo ha enlodado, esa desconfianza que existe en las masas cuando se les habla de comunismo. Pues los falsos comunistas del partido revisionista han hecho creer que ser comunista es luchar por unos cuantos puestecitos en la democracia representativa como cualquier otro partido.
Los revisionistas a componendas con los zánganos de la CUT han traicionado a los trabajadores en pro de sus arreglos personales y sus sillones parlamentarios, sus alcaldías y concejalías. Es por esto, que si bien la tarea revolucionaria desde este punto de vista presenta enormes dificultades, también nos muestra enormes ventajas, como es el hecho de decir lo que realmente pensamos y gritarlo a los cuatro vientos, sin tener que darle explicaciones a nadie más que a los trabajadores.

Marchamos en pequeño grupo unido por un camino escarpado y difícil, fuertemente cogidos de las manos. Estamos rodeados por todas partes de enemigos, y tenemos que marchar casi siempre bajo su fuego. Nos hemos unido en virtud de una decisión libremente adoptada, precisamente para luchar contra los enemigos y no caer, dando un traspiés, al pantano vecino, cuyos moradores nos reprochan desde un principio el que nos hayamos separado en un grupo aparte y el que hayamos escogido el camino de la lucha y no el de la conciliación. Y de pronto algunos de entre nosotros comienzan a gritar: "¡Vamos al pantano!" Y cuando se intenta avergonzarlos, replican: "¡Qué gente tan atrasada sois! ¡Cómo no os avergonzáis de negarnos la libertad de invitaros a seguir un camino mejor!" ¡Ah, sí, señores, libres sois no sólo de invitarnos, sino de ir adonde mejor os plazca, incluso al pantano; hasta consideramos que vuestro verdadero puesto está precisamente en él, y nos sentimos dispuestos a prestaros toda la colaboración que esté a nuestro alcance para trasladaros allí a ¡vosotros! ¡Pero en tal caso soltad nuestras manos, no os agarréis a nosotros, ni ensuciéis la gran palabra libertad, porque nosotros también somos "libres" para ir adonde nos parezca, libres para luchar no sólo contra el pantano, sino incluso contra los que se desvían hacia él!”
V. I. Lenin, “¿Qué hacer?”, Págs. 11-12.

No hay comentarios:

 
Números de Revista © 2007 Template feito por Templates para Você