Número 19

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Artículos:
1.- Lleu Lleu: Una nueva lucha del pueblo mapuche
2.- Día de la Mujer Proletaria: Entrevista a una temporera
3.- La Misión del Presente : a 23 años de la caída de los hermanos Vergara Toledo
4.- El Despertar de los Trabajadores
5.- Tiembla el Imperialismo: Crisis económica en Estados Unidos

Editorial:

Cae la máscara del gobierno participativo bacheletista y se levanta violentamente la figura del estado represor y clasista burgués. Caen los luchadores sociales dando su vida y los uniformados represores pasan a ser mártires intocables. Se precipita el ocaso del modelo neoliberal “a la chilena” y se levanta un nuevo amanecer del proletariado chileno, fundado en la conciencia y en la lucha de clases.
Cuando el pensamiento posmoderno ―que busca eliminar las clases sociales, la organización centralizada y las contradicciones de la realidad― se enfrenta a la realidad, queda demostrado que no es más que un pensamiento sin arraigo en la historia. La lucha clasista de cientos y miles de trabajadores a lo largo de todo el país le demuestran a aquellos señores que la lucha de clases sigue estando presente, que no es una idea trasnochada, sino una cuestión científica arraigada en la cotidianeidad. Cuando los trabajadores y pobladores ven limitadas sus demandas por no contar con una organización conciente, basada en el centralismo y en la lucha de clases, los asambleístas y posmomarxistas no pueden representar una opción, ya que son simples representantes del espontaneísmo y de las falsas libertades burguesas.
Por todo el país corren los vientos de la lucha proletaria. En cada subcontratado organizado está el germen para la creación del Partido revolucionario, en cada temporera mal pagada están las condiciones para la consolidación de un sindicalismo revolucionario que abandone la búsqueda de migajas y de acuerdos zalameros con el empresariado. En cada joven estudiante y poblacional está la chispa que encenderá La Moneda cuando el proletariado inicie la ofensiva final revolucionaria.
Acaban los tiempos de pasividad del pueblo chileno. Cada trabajador toma conciencia de clase e identifica al Estado concertacionista como su enemigo de clase, como representante de la burguesía nacional aliada al imperialismo yanki, dispuesta a ser la vanguardia del Tío Sam en Latinoamérica.
El pueblo mapuche decide autodeterminarse e iniciar una lucha decidida frente al Gobierno y a sus instituciones formales que por años desviaron las demandas de tierra y poder.
Cuando el revisionismo chileno vuelve a mostrar su despreciable oportunismo se hace eco de la traición histórica que por décadas ha llevado a cabo el PC chileno hacia el pueblo. Cuando transa con la Concertación un pacto por omisión que le permita codearse en el parlamento burgués no hace otra cosa que llevar a cabo las más altas reflexiones y pensamientos de sus mártires “San Volodia” y “Santa Gladys”. El pueblo nada debe esperar de esos falsos representantes. Esos mal llamados “comunistas” han ganado un lugar en los traidores del pueblo, junto a la doctrina social de la Iglesia y los cacareos de Arturo Martínez. Los comunistas revolucionarios debemos dar una férrea lucha ante los oportunistas de hoy, enseñando al pueblo que esa no es la vía por la cual el socialismo llegará a realizarse. La única vía es la revolucionaria y hoy en día cuando la Revista Negación de la Negación se apronta a cumplir 4 años de existencia, las tareas son más grandes, puesto que las condiciones de explotación del proletariado se manifiestan inevitablemente a la vista de todos.

¡Se le apareció marzo a la burguesía nacional!
¡El pueblo avanza sin miedo y con decisión!
¡Organización proletaria! ¡Ahora!